A lo lejos veo, la silueta encorvada
que sus pasos deslizan sobre la acera.
ahí va la gente dice, de manera grosera
¡el limosnero !, ¡el paria !, ¡El que no tiene casa!
Con sus palabras demuestran que de la vida no saben nada.
Alguna vez, ese hombre tubo su vida resulta
que en su vida si hubo primavera
pero el infortunio traspasa.
No todo lo que brilla es oro,
ni el tiempo perdona, la vida pasa
y que en de este mundo solo la mortaja
de terrenal en solo que te acompaña.
En es negro pozo
donde descansa tu caja
de tu riqueza no habrá ni una migaja
no tendrás un nuevo mañana