Los pájaros heridos, tendidos en la pradera
Con lastimeros piídos, suplican clemencia.
otros con mas suerte, murieron de bala certera
algunos mal heridos ruegan por su indulgencia.
Ignorantes del por qué y por qué tanto
perdigón por dondequiera vuela
llenando de dolor y quebranto,
dolor y quebranto que nada consuela.
Solitarios o en parvada, la caza a todos alcanza
Volando por la ladera, por lo montes y montañas
Indefensos están, sin preparar su mudanza,
buscando en vano refugio entre las varañas
No hay lugar de calicanto, ni castillo de herraje
que al depredador detenga
lo mismo caza el príncipe que el paje
al postor, siempre es lo que convenga.
Animales voladores silvestres,
Provistos de débiles alas,
Los hicieron tan pedestres
Mas no inmunes a las balas.
sí tan solo rupestres fueran
pelagornítidos de más de seis metros.
En depredador se convirtieran
Llevándose con ellos el cetro.