Murallas

El grito de dolor que no callas

la impotencia de la triste realidad

te hacen derribar murallas

sin temor a perder tu libertad.

Cruzando la frontera de la justicia

encaran a grito abierto

que por ser verdad desquicia

verdad, que la mentira ha cubierto.

Dejando atrás el ideal

de con tu marcha destapar

a corruptos de doble moral

que su función tal parece fuera  solapar.

El encuentro de tantos seres

aquejados por el mismo dolor

sentir que como ellos  mueres

marchando contra el mismo traidor.

Con la voz a cuello lanzando esperanzas

portando el recuerdo, la imagen

de por quien andas en estas danzas

y por quien recibes miradas de desconfianzas.

No son uno, no son dos

los que por sus seres perdidos claman

el  grito de los queremos vivos

el coraje, el dolor los consume cual  llamas.

La marcha  enardecida, ataca

los edificios que cual cloacas

Se mantiene cual vil estaca

protegiendo  a los de las butacas.

Ausencia  e indiferencia

de los edificios solo hay

no hay persona, no hay presencia

que su dolor venga a mitigar.

Los curiosos en las esquinas

se arremolinan y lanzan injurias

se vándalas, de malandras, de mezquinas

las etiquetan sin saber de sus penurias.

Cuando  tan grande dolor aqueja

no hay palabras que mitiguen

el dolor que su alma lleva,

ni abrigos que cobijen

el frio de la ausencia.

Los edificios inertes

estatuas de la indiferencia

no ceden antes las huestes

que solo reclaman para sus  perdidos, clemencia.


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