¡Te hablo, Guitarra!
Quiero convocar a tu espíritu
para que se deslice
en una proyección canora,
por la acústica,
la magia del sonido
como el rayo carbónico
petrificado en las gotas
que estalla y se fractura,
la distorsión de los pedales de efectos
es el lamento de la electricidad atormentada
“Doble distortion a fondo”
y es como vidrios chirriando
el ruido,
nido de águila agorera…,
le corta el paso
pero,
finalmente, es acorralado por las melodías.