Hoy entré por la puerta dorada del universo,
justo en el momento de mi creación,
la gran Diosa mezclaba con maestría
la fórmula exacta que me haría
.
El primer ingrediente, el esencial,
un frasco que contenía luz natural,
del segundo recipiente
levantó entre sus manos
un verde y palpitante corazón.
Del lado derecho de la mesa tomó
una diminuta partícula de oscuridad
que al mezclarla con situaciones difíciles
lograba el efecto de la levadura.
Hábilmente esparció un polvo,
polvo de la risa,
para contrarrestar tal efecto.
Agregó un líquido dorado y dulce,
caliente y pegajoso,
como lubricante para el gozo.
Al darse cuenta que observaba
cerró mis ojos y la puerta,
sentí que caía lentamente,
agitada comencé a hiperventilar,
desde lo alto de la pendiente
escuché un grito.
Mientras caía trataba
de no olvidar mi visión,
los recuerdos se perdían
más cerca de la tierra,
en el último segundo
aferrada a un recuerdo
milagrosamente abrí mis alas.
Niña de las estrellas, danzando con mis alas, febrero 2023