Tengo una idea.
Caminando por Barichara me la encontré.
Es una idea vaga, Se enredó en un pensamiento de esos que siembran en macetas decoradas y que cuelgan en los muros exteriores de las casas.
La tengo prisionera en una jaula.
Ahora es una idea cautiva.
Ya no envidio a nadie, ni mucho menos al petulante que me dijo un día:
-¡Tengo una idea!
Bueno, yo también tengo una.
Está colgada en la jaula al filo mi balcón.
Ya se acostumbró a dar vueltas por mi cabeza, pues dejo la jaula abierta y no se vuela, está por todas partes.
Cuando el día es asoleado , es una idea brillante.
Tan fiel como una mascota, surge espontánea cuando me encuentro pensativo…
Y en mis tiempos de ira, es una idea perversa.
Pero en términos generales, es una buena idea.
¡Si señores ! Soy un presumido.
Pues hay gente que no tiene ni la más remota idea.