Mi amor ramónico no ruge
no rompe
no reta
Nunca dará el primer puñetazo en una cantina.
Cobarde.
Ronda alrededor como un canino hambriento
rumiando repollos y ron
porque no hay ternera.
No causa ternura.
Roe las sobras que le arrojan.
Medroso, no se atreve a pedir comida.
Crece famélico y chueco.
Mi amor aberrante no ríe
no riñe
no ruñe
Roñosa su dermis se descompone
mientras se arranca las ampollas.
El repollo y ron le dan diarrea.
La rabia riendo lo infecta.
Mi amor contrajo polio
y sin atreverse a gritarlo
quedó atrofiado y deforme.
Mi amor aterrado no reclama
no refuta
no reprocha
Mi amor ronco no erige rencores.
No tendrá bravura, pero tampoco ponzoña.
Mi amor rancio no razona
no raciona
no resuena
Es de una raza rara que no hace ruido
No brama cuando lo hieren.
Las ratas perforan sus ronchas,
pero sus gemidos rotos no se escucharán.
Mi amor rastrero se enreda con cualquiera,
le arrancan la ropa roñosa
y cae sobre sus rótulas sangrantes.
Sólo hace el ridículo.
Mi amor incrédulo ya no reza.
Se retuerce en sus charcos en silencio,
mientras lo desuellan y hacen festines con su cuero.
