¿Lo ven?
El polvo blanco,
el billete verde,
el brillo de los autos de lujo
y ustedes,
como si no estuvieran viendo el truco,
como si la sangre no se derramara
para que algunos sigan contando su fortuna
con la mano manchada.
Se hablan de “mercados”,
como si fuera solo un negocio,
y nos venden la mentira de que hay “demanda”,
pero ustedes no miran de dónde viene el suministro.
Las vidas perdidas,
los pueblos destrozados,
las madres llorando en la calle,
¿y qué hacen?
Aplauden desde el sofá,
compra un par de tenis nuevos
y hacen vista gorda
cuando los muertos siguen apilándose.
Las guerras no son solo en el campo,
son en los barrios que ni siquiera saben que existen,
son en los ojos de los jóvenes
que venden su alma por un par de pesos,
porque el sueño se les vendió en forma de polvo,
en una dosis que los mata lento
pero seguro.
¿Y qué hacen ustedes?
Sigan comprando,
siguen viviendo en su burbuja,
mientras el narco impone su reino
y el Estado mira para otro lado,
como si no fueran socios,
como si no estuvieran todos en la misma cama,
jugando con vidas ajenas
en el nombre de su maldita “seguridad”.
¿Lo ven?
El narcotráfico no es solo en las noticias,
no es solo un tema en los libros,
es el aire que respiran,
el dinero que circula,
la corrupción que los alimenta,
la violencia que nunca se detiene
porque nadie quiere que se detenga.
Y ahí están,
complices de este circo,
mientras el espectáculo de la muerte
sigue siendo el negocio más rentable.
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