Los viajes de Caronte I
El niño llegó muy flaco y con las manos vacías. Nadie lo enterró ni puso dos monedas en sus ojos. Preguntaba por sus padres. Ni...
El niño llegó muy flaco y con las manos vacías. Nadie lo enterró ni puso dos monedas en sus ojos. Preguntaba por sus padres. Ni...
Yo pecador Campanita de bronce tan-ton-tin ¿A dónde llamas? al templo de la lengua. No puedo ir, lo sabes: tartamudo camino, hablo cojo y...
Dicen las estrellas que aún las miras, como si buscaras en su silencio algún mensaje subliminal que el universo te dejó escondido entre sus destellos....
Soy de sangre azul, así es que, de lejitos señores! Que la chusma no se acerque, ni que personas de colores se me vayan a...
En el tráfico El grupo de homicidios de la procu se relame los bigotes con el caso: suicidio en primer grado, dicen y todos...
Los días pasados les había rogado a mis padres que no me hicieran ir a la escuela, pero hoy estaba decidida a hacerlo. Les había...
Ha empezado a perder el pelaje, el color de su piel se hace amarillento, las orejas se encogen, aunque todo lo demás aumenta de tamaño....
El sillón era demasiado suave. Me hundía en él, y el psicólogo, sentado frente a mí, me observaba por encima de sus lentes. —Dime. ¿Dónde...
Si el insecto no sueña con ser árbol aunque jueguen sus patas a ser ramas y la flor no anhela ser estrella aunque en sus...