Encontré a Dios sentado en la barda de una caja de concreto de esas que se construyen al lado de la carretera para colectar el agua de lluvia, bajando del aeropuerto Palonegro, ya casi llegando a Girón en la curva donde está Cuchilandia.
Tenía la túnica sucia en los bordes de abajo y una chancleta reventada.
Al principio no lo reconocí porque tenía las dos manos cubriéndose la cara, con los codos apoyados en las rodillas.
-¿Yahve?
Le pregunté en tono incrédulo.
-¡Usted qué está haciendo ahí sentado por Dios!
Levantó la cabeza, y en un tono nada paternalista me increpó:
-¿Por quién?
Deje de preguntar bobadas, que yo soy Dios y me puedo sentar donde se me dé la regalada gana, al fin y al cabo yo fui el que me invente toda esta joda del universo, debí haberme sentado por allá en Marte o en Sirius donde siempre me siento, para no encontrarme con gente como usted.
No le paré muchas bolas al regaño y me senté a su lado.
“A la diestra de Dios padre”, pensé con una sonrisa en mi mente.
Le ofrecí un cigarrillo, y nos quedamos ahí sentados viendo pasar los buses y los camiones.
Sacó de la nada un termo con café y dos vasitos de plástico.
-Estos cigarrillos que venden ahora son una porquería, cómo extraño el Marlboro americano…
-Yo también.
Le dije con nostalgia.
-Y si no había Malboro había Kent o Parliament, ahora venden unos cigarrillos espantosos.
-Juemadre síii! Me contesto el Creador.
-Se acabaron los buenos cigarrillos, pensar que aprendí a fumar con Piel Roja sin filtro…
Las cosas buenas se van a acabando.
-Dígamelo a mí; Señor. Le contesté.
-Que fumo desde los 16 años, pero eso no es nada, cómo le parece que ya no dejan fumar en los aviones, ni en los buses, ni en el cine, ni en una cafetería, dicen que por los fumadores pasivos, el olor, la contaminación y todas esas vainas.
-Valiente gracia.
Contestó el viejo.
-Todo el mundo cuidándose de no morirse, y todos respirando gasolina o diesel.
Cuando yo creé al hombre, lo hice con fecha de expiración; eso si, sin etiqueta de vencimiento visible, porque ¿Para qué los angustiamos desde que nacen? Si descubren la fecha en que se van a morir, nadie hace un carajo.
Usted se imagina que yo mande un ser humano al mundo y que en el codo tenga escrito: “Este producto vence el 10. 05 de 2005?
¡Eso era antes del diluvio le cuento! los que nacieron antes de la inundación sabían cuando iban a morir y se preparaban con juicio…
Pero es que esa gente era muy bacana, el primer parche de amigos era muy chévere, Enoc, Matusalén, Noé y todos esos locos vivían 900 años y más. El que más duro fue Adán, pero después de que lo eché del paraíso no me volvió a hablar.
Con Noé tuve un disgusto tremendo; de todas formas fue culpa mía, no le dije que salvara por ahí cuatro o cinco árboles de Víscula, pero es que tampoco se las imaginó. La Víscula era más dulce que la naranja y eso era que lo que ponía a la gente a vivir tantos años. La víscula era una fruta cuadrada de color rosado, no había que pelarla… Era a la vez; antibiótico, antipirético, antihistamínico antimucolítico, y cuando la gente se cortaba por ahí con un machete; se exprimía encima de la herida y ahí mismo sanaba sin cicatriz.
Con el diluvio no quedó ni una semilla. Por eso es que ahora los humanos no viven más de 100 años.
-Y usted; como Dios y con toda esa capacidad creativa, no puede hacer más árboles de esos?
-Pa’ qué!
Me contestó en tono fuerte.
Si a la gente de ahora, viviendo poquito, le alcanza el tiempo para hacer tantos daños… Imagínese usted un pendejo de presidente y que dure 300 años en el poder, o a un narco guerrillero haciendo daños por medio siglo!
Mejor así, que la gente dure poco.
Sin que yo le preguntara, el Creador comentó que se había ido del cielo un ratito a caminar, a respirar aire contaminado, a sentir calor, angustia y todas esas jodas que producen adrenalina…
-Si usted supiera todo lo que hice para crear a los hombres, tenía los moldes, y el ADN.
Pero primero hice los mares, los ríos, las montañas y los animalitos.
Resulta que en lo que fui y volví del baño por una meada, dejé el ADN abierto y se contaminó de rata, así fue que sin quererlo salieron los políticos y se me puteó toda esta joda.
Ya sabes la historia universal, la gente se dedicó alternativamente a pelear y a fornicar, todavía estamos en las mismas.
-Y por qué no manda otro diluvio Señor?
Es que el primer diluvio no fue ningún castigo; fue un error de cálculo, se me fue la mano con las nubes y calculé cuando caería toda esa agua, por eso alcancé a avisar para que hicieran el Arca.
Al que sí mande, fue a Jesús, a ver si se componía la vaina…Pero no! Me salió comunista, y que amaos los unos a los otros, y que la otra mejilla y no se qué jodas.
¡ Ahí está ! Se hizo crucificar por la prensa corrupta.
Mejor hubiera enviado a Rambo, pero ya dejé esta joda así… Que se maten entre ustedes.
Yahvé me miró de reojo, me pasó el brazo por encima del hombro, me mostró el futuro, conocí el pasado y me reveló el secreto de la vida y de la muerte…
Me hizo jurar que no se lo iba a contar a nadie.
-Que se jodan!
Me dijo con voz elevadamente audible, porque pasaba una tractomula con el freno de motor puesto.
luego me señaló con el dedo hacia el cielo, y cuando volteé a ver qué me estaba mostrando… Ya no estaba.
Yo mantengo mi juramento…